viernes, 12 de febrero de 2010

Soy mala para los títulos.

Si no tuviera el contador de visitas y en el pefíl del blog no aparecieran quien ve tu perfíl, los comentarios son tan pocos, que creería que nadie entra aquí.

Durante MI semana de no-hacer-absolutamente-nada aparecieron en mi cabeza sueños con gente que usualmente no está en ellos. Llegué a pensar que podía ser señal de algo. De todas maneras si hay algo que he aprendido es a no darle tanta importancia a esas cosa porque luego metes la pata y "aguanta a lo que viniste".

¿Es posible llamar a alguien con la mente? ¿Existe la remota posibilidad de que las personas con las que sueño tenga la misma imagen que tengo yo pero en sus cabezas? Eso podría explicar muchas cosas.

A ratos lo único que me calma es ponerme los audífonos. Me conecto a ellos y me desconecto del entorno. Luego me pregunto si será tan malo no mantenerme en sintonía con el planeta. Esa es una característica mia bastante criticada. "Ella como que vuela", decían.

Si hay algo que me gusta, es esa sensación que me produce la partida de un bus y yo estando en el. Me gusta porque da la partida del viaje y de saber que algo me espera a la llegada. Puede ser un paisaje o nuevas personas por conocer, que se yo. Por otro lado como soy de las que siempre quiere un sabor diferente o una forma diferente a lo cotidiano, entonces mientras mas nuevo sea el lugar, para mi, mejor. Claramente no soy la mas viajera de todas, pero para allá vamos. Espero.