y ahí estamos otra vez.

Algo debería cambiar.
Yo debería quedarme aquí y dejar de intentar.
Dejar de seguir.
Tranquilidad, paz interna que le llaman.

Es hora de decir adiós a ciertas cosas, a ciertos caminos, a seguir ciertas huellas.
Levantarase y decir "Se terminó. Ahora sí".
Y un día en un sueño lo haces. Le dices a alguien: "ok, ya fué, vete al carajo" y es como si en el fondo los que comandan acá adentro por fín se iluminaron y dieron el sí a dejar algo atrás.

Así con las batallas internas. Tal como un jueguito de video. Un día ganas tu, otro día te matan. Pero siempre, siempre es posible que te regalen vidas o municiones, etc.
Algo de donde agarrarse.

Y así Pappermint Patty se convierte en mi mentora.

Ando con eso de la "dispersidad" a flor de piel.
Escribiría un libro sobre consejos útiles (no se si tanto la verdad) para conseguir un estado de dispersidad mental:
-Tómese fotos haciendo leseras con su amiga favorita.
-Beba cerveza y arregle el mundo (y escuche musiquita que amerite la dispersidad, obvio).
-Mire a tipos guapos y tíreles la talla, total ellos manejan dentro de un atuo topísimo y no tienen idea del churro que usted les está tirando.

Sí, sí, creo que podría empezar con eso.

Amo los días en que amanezco un poco más lúcida. Increiblemente lo anteriormente escrito me hace tener una claridad que me hace sentir estupenda. Son días en que me cuesta poner menos los puntos sobre las íes. En los que soy capaz de escribir yo el cuento y de ver qué hay realmente alrrededor. Me encantaría poder guardar eso en un frasquito y llevarlo en el bolsillo como recordatorio de cada día. Como una bolita navideña o algo así.

Me gusta esta, la de hoy. No la sonrrojada, sino la concreta, la que no sonrrie mucho para agradar, la que es terca pero no se siente mal por serlo. Esa misma.


Hoy me tomé fotos... hace tiempo que no lo hacía. Me gustaría tomar fotos con la cabeza también y procurar que eso sea un buen ejercicio.


Que tenga una buena semana aquel que lea y ¡Que viva la dispersidad!